

Localización Geográfica.
El municipio de Cosalá se ubica en el extremo suroriental de la porción media del estado de Sinaloa, entre los meridianos 107° 06"07" y 106° 25'15" al oeste del meridiano de Greenwich, y entre los paralelos 24° 07'55" y 24° 49'20" de latitud norte. Colinda al norte con el municipio de Culiacán y el estado de Durango; al sur con los municipios de San Ignacio y Elota; al oriente con el estado de Durango y el municipio de San Ignacio, al poniente con los municipios de Culiacán y Elota.
Etimología.
Durante los primeros años de la Colonia se escribió como "Quazalá", Cosalá, Cochalá, Quezalá, Cozayalá, y otra diversas formas, hasta mediados del siglo XVIII que aparecen en documentos como Cosalá, aztequismo que significa "Pluma Verde" "Plumaje del pájaro Quetzal" o como se ha traducido por algunos lingüistas: Lugar de Guacamayas".
Mas sin embargo, Octavio Aragón Hernández afirma que proviene de COZAMOLOTL. El jeroglífico de este nombre en el Códice Mendocino, parece indicar "Río de Comadrejas".
El escudo de armas del municipio de Cosalá.
fue diseñado por el Maestro Rolando Arjona Amábilis. Cuenta con tres cuarteles que significan:
Primero. En fondo rojo, se encuentra completo el Escudo Oficial del Estado de Sinaloa en color oro. En el óvalo interior el número 1830 y la palabra DON, con las iniciales F.I.C. y tres puntos, como homenaje a Don Francisco Iriarte Conde, padre del estado libre y soberano de Sinaloa.
Segundo.- En fondo de azul, se observa el perfil de la torre y la cúpula mayor del templo Santa Ursula, representando la importante arquitectura religiosa del municipio y la patrona espiritual del lugar. En su contenido aparece el número 11.000 y su relación con el nombre de mineral de las 11.000 vírgenes.
Tercero.- En fondo negro, se puede observar un sol radiante de 16 rayos alternados de oro, el disco solar: carga en palo, con pico de minero, y una pala, símbolos de la minería como principal actividad económica. Cuenta con una letra "C" inicial de Cosalá. En el flanco derecho se ven formas prehispánicas de representación del agua, redondeadas de color plata y azul, representando al Río San Lorenzo y al Río Elota.
El marco en color oro con la palabra Cosalá en negro y con las dos letras "A" en rojo, representando el nombre del municipio, así como dos plumas de Guacamaya (especie militar) con la punta de cañón en alto.
En la cúspide del escudo se observa una llama y sobre ésta un pliego de papel en color plata con el nombre del periódico El Espectador Imparcial, como símbolo del primer periódico sinaloense. Francisco Iriarte conde fue el presidente por un tiempo de estados internos de occidente poniendo a Cosala como capital.
Grupos Aborígenes.
En la serranía de Cosalá se encontraban los indios Acaxees, los que hacia la costa, eran llamados Pacaxees o Capaxees, ocupaban todo lo largo de la sierra sinaloense colindante con Durango, desde el Río San Lorenzo hasta Badiraguato; en la misma parte serrana, bajando hacia Mazatlán se encontraban los Xiximes; estas dos tribus, antropófagas, por muchos años no permitieron los asentamientos españoles en la región.
Historia.
En 1531 el conquistador Nuño de Guzmán, envió al Capitán Joseph de Angulo a reconocer la sierra en busca de minerales, pero no dejó asentamiento de españoles. En la relación de la provincia de Culiacán correspondientes a 1852, aparece Rodrigo de Gámez en el corregimiento de Cosalá, con 200 pesos de salario y treinta y tres indios tributarios; contaba con un hermano soltero de nombre Diego de Gámez y una hermana llamada Luisa, casada con Don Hernán González, corregidor del poblado de Bayla. Amador López, soldado de Francisco de Ibarra, aparece en esa relación como minero en las minas de "Las Vírgenes". Alonso Rodríguez tenía el corregimiento de Ipucha y Conitaca.
Con la entrada de Nuño de Guzmán hasta el Río San Lorenzo en 1531, y el reconocimiento de la serranía y la costa por sus capitanes, se inicia la división territorial de Sinaloa con provincias, delimitando la provincia de Culiacán desde el Río Mocorito al Río Elota, y la de Chametla hasta el Río de las Cañas.
Durante todo el siglo XVII y principios de XVIII la provincia de Culiacán permaneció sin sufrir modificaciones dentro de sus límites territoriales, aún cuando en 1732 las provincias de Sonora y Ostimuri se unieron a las tres provincias sinaloenses para formar una sola gubernatura, con cabecera en la Villa de San Felipe y Santiago de Sinaloa, hoy Sinaloa de Leyva. Tampoco se vio afectada cuando el territorio sinaloense pasó a dividirse en cinco provincias, subdividido en alcaldías y teniantazgos. Por el contrario, la provincia de Chametla se dividió en tres alcaldías: San Sebastián de Copala, Rosario y Maloya.
En 1786, año en que se implanta el sistema de intendencias como forma de gobierno en la Nueva España, Sonora y Sinaloa formaron la Intendencia de Arizpe, y su división interna de provincias, cambia a denominarse partidos, divididos en subdelegaciones. El partido de Sinaloa se formó con las subdelegaciones de Alamos, El Fuerte y Sinaloa; el partido de San Sebastián de Copala, hoy Concordia, se integraba por las subdelegaciones de Copala, Maloya y Rosario; y el partido central de Culiacán, con la subdelegación de su nombre y la subdelegación de Cosalá, cuyos límites llegaban, por la costa, a la ensenada de El Tule, abarcando así el actual municipio de Elota, y en la sierra, colindando con Durango, al arroyo de las Animas: al norte con la subdelegación de Culiacán y al sur con el partido de San Sebastián.
En 1813, la Constitución de Cádiz entra en vigor; el artículo 310 contempla la instalación de los ayuntamientos en poblaciones que tuvieran más de mil habitantes.
En 1814 Fernando VII deroga la constitución, pero se vuelve a reinstalar en 1820; a partir de este momento se instalan los primeros ayuntamientos en Sinaloa.
Después de la consumación de la independencia, Sinaloa forma una junta provisional que solicita la separación de Sonora y Sinaloa, tal petición se concedió en 1823; un año después, el Congreso de la Unión decreta la creación del Estado Interno de Occidente con la unión nuevamente de los dos estados. La Constitución de 1825 contempló como división interna del estado de occidente, los mismos límites que tenían los partidos, sólo que se denominarían departamentos.
En 1830 se da en definitiva la separación de Sonora y Sinaloa, creándose como división interna de gobierno, once distritos con sus respectivos partidos. Cosalá quedó segregado por primera vez de Culiacán para formar, junto al actual municipio de Elota, el distrito de su nombre, con los límites que actualmente tienen los dos municipios.
En 1832 la primera Legislatura del estado decreta que los once distritos en que se dividiría el estado anexaría a su nombre el de un insurgente destacado. Cosalá adoptó el de José María Morelos y Pavón.
En 1852 se cambia totalmente la forma de gobierno interno de Sinaloa, y los once distritos se suprimen para quedar nueve, en cuyas cabeceras se instalaría una jefatura política. El distrito de San Ignacio, quedó suprimido y anexado como jefatura política al distrito de Cosalá; su situación perduró hasta 1861 en que se decreta que las jefaturas pueden aspirar a formar un distrito si pasaban de treinta mil habitantes dentro de su territorio. A partir de ello queda segregado San Ignacio de Cosalá, para formar un distrito. Los distritos desde ese año cambian su forma interna de gobierno para instalar, en lugar de las jefaturas políticas, prefecturas, subdivididas en municipalidades, alcaldías o juecías mayores y celadurías.
En 1868 el distrito de Cosalá contaba con ayuntamientos en Cosalá, Guadalupe de los Reyes Conitaca y Elota, y alcaldías en las cabecera de los ayuntamientos más las de Casa Blanca y Alayá. A medida que los pueblos se desarrollaban, se imponía una mejor forma de gobierno interno, en 1880 se suprimen las prefecturas y se cambian por directorías políticas, con sus respectivos ayuntamientos. En 1883, se crea una directoría política con la alcaldía de Conitaca y sus celaduría, teniendo como cabecera el pueblo de Conitaca. Al reformarse la ley en 1885 se traslada la cabecera de esa directoría al mineral de Zamora. Ese mismo año cambia también la cabecera de la alcaldía de la Rastra, al poblado de Casa Blanca.
En 1886 se reforma la división territorial del distrito de Cosalá, moviendo las cabeceras de las alcaldías a los lugares más poblados. En 1888 se cambia la cabecera de Casa Blanca a El Comedero.
En 1892, el decreto de ley No. 24 determina que a partir del día 1º de enero de 1893, quedaría suprimida la directoría política de Concordia, distrito de Cosalá, y agregados todos los pueblos que la formaban, a la directoría política de Elota.
En 1894 se dispone que se segreguen algunas celadurías pertenecientes a la alcaldía de la Rastra, para agregárselas a la de San José de las Bocas. Un año después, suprimen la alcaldía de Nuestra Señora para quedar agregadas todas sus celadurías a la alcaldía central de Cosalá.
En 1901 se traslada la cabecera de la alcaldía de Conitaca al pueblo de Zoquititán, quedando Conitaca con el carácter de celaduría y perteneciendo a la misma alcaldía.
En 1902 se declara que el pueblo de la alcaldía de la Rastra, residiría en el pueblo de El Comedero.
En 1911, la directoría política de Conitaca pasa a Zoquititán, quedando Conitaca como sindicatura.
En 1912 se decreta la ley de municipalidades, sin embargo no entra en vigor hasta 1915 en que suprime las directorías políticas. Cosalá es uno de los 11 municipios libres que se erigieron en el Estado de Sinaloa, mediante el decreto publicado en el Periódico Oficial del ocho de abril de 1915.
Nuestro Patrimonio Cultural.
Centro Histórico, Zona de Monumentos, en este sitio es posible apreciar edificaciones de los siglos XVII, XVIII y XIX como son: El kiosco, la Plaza de Armas y el Templo de Santa Ursula, la Capilla de la Virgen de Guadalupe, el Convento Jesuita, el convento Franciscano, la Casa del Palacio Federal en la época de la Reforma, La Chinche, el Callejón Luis Pérez Meza, exquisito rincón colonial, La Quinta Minera representativa de lo más lujoso de la época, Palacio Municipal, sede de los actuales poderes municipales y que fue en su momento una casa habitación, la Casa que fue de Don Francisco Iriarte Conde contigua a la anterior, el Museo de Minería e Historia, actualmente en etapa de remodelación para convertirlo en un sitio único en su género, el Panteón San Juan, siendo posible realizar un recorrido ya sea a pie o a bordo de carruajes antiguos jalados por caballos, a través de todo el casco urbano para apreciar la Zona de Monumentos Históricos.
Nuestras Tradiciones.
Festividades.
Cosalá se caracteriza por poseer una diversidad de manifestaciones culturales que son resultado de su historia centenaria, del fruto de su mestizaje y del esfuerzo de su gente por conservar las costumbres de sus antepasados. Una de estas expresiones es el espectáculo del que se puede participar año con año en la víspera del día de la Virgen de Guadalupe, cuando miles y miles de velas son encendidas y colocadas en las banquetas de las calles, en puertas y ventanas, para delimitar e iluminar el paso de la virgen por las serpenteadas calles de la ciudad.
A este fascinante evento, le continúan las serenatas a la guadalupana y una serie de actividades que demuestran la fe y la devoción de los cosaltecos.
Otro evento de trascendencia es el 24 de junio, Día de San Juan, esta festividad se celebra con una feria en la que se realizan diferentes tipos de eventos, destacando las carreras de caballos, así como programas deportivos, artísticos y culturales.
No menos importantes resultan los festejos del Día de Santa Ursula, Patrona de Cosalá, a quien se celebra el día 21 de Octubre, fecha en la que se realizan igualmente un gran número de eventos artísticos, culturales, recreativos y religiosos.
El entusiasmo también se desborda en Cosalá, el día 13 de marzo, fecha de su fundación.
Los días de difuntos, el día de las madres y las fiestas patrias, son igualmente eventos en los que se desborda el entusiasmo y se convierten en verdaderos festejos populares que invitan a visitar Cosalá.
A partir del 6 de octubre de 2006, se viene celebrando con gran entusiasmo el aniversario de la declaratoria de Cosalá como Pueblo Mágico.
Artesanía
Existe una gran diversidad de actividades artesanales y tradicionales de gran atractivo para el turista. La artesanía de mayor tradición esta representada por la talabartería, actividad que por siglos se ha venido realizando y perfeccionando principalmente en la vecina comunidad de El Rodeo, cuyos artesanos ya han trasladado algunos de sus talleres a locales ubicados en el Centro Histórico, por lo que en ellos es posible adquirir y conocer el proceso de elaboración de sillas de montar, cinturones, huaraches, y toda una variedad de artículos de piel y cuero realizados mediante los procedimientos tradicionales. También en la misma comunidad, existen talleres domésticos donde se elaboran hamacas, bolsas y otros artículos de fibra de ixtle, misma que es obtenida por los lugareños directamente de las pencas de mezcal, por lo que su conocimiento resulta altamente atractivo para el turista.
Gastronomía.
La gastronomía cosalteca es rica y variada, destacando las moliendas de caña con todos sus subproductos, la elaboración de conservas de frutas, pan, empanadas, dulce de leche, machaca, chorizo, queso, tamales y guisos regionales, que resultan una delicia al paladar y que pueden ser saboreados en los restaurantes y demás sitios de venta de alimentos.
Nuestros Fantasmas.
Uno de los enigmas de Cosalá es la presencia de fantasmas en muchos de sus vetustos edificios. Así lo señala la tradición oral que a través de los siglos ha venido señalando los lugares de las apariciones y los detalles de los mismos.
La Mujer de Blanco.
Es precisamente uno de esos sucesos el que se presenta desde tiempos muy remotos en la casa de la familia Hernández Aragón, ubicada en la Calle Hidalgo, sitio en el que con gran frecuencia se puede apreciar la figura de una mujer vestida de blanco, levitando, con el pelo suelto como agitado por el viento y que muestra en su rostro la figura descarnada de la muerte.
Muchos han sido testigos de este aparición pero muy pocos se atreven a introducirse por los portales de la vieja casona que albergó en el pasado a una de las familias más poderosas de Cosalá, seguramente por que nadie quiere tener un temprano encuentro con la muerte.
Poco se sabe del origen de la mujer de blanco, pero por la antigüedad de su leyenda se supone que se trata del ánima de uno de los moradores de la vetusta casona, que falleció sin encontrar hasta la fecha el descanso eterno en su alma.
El Fantasmas del Minero
Otra edificación en la que es ya es habitual la convivencia con sus fantasmas, es la casa de la familia Campaña ubicada en la Calle Guerrero. Se dice que a finales del Siglo XVII habitaba en ella un minero cuyos caudales de oro y plata eran envidiados por la gente. Este hombre gustaba en exceso del juego de baraja, el cual practicaba todas las tardes con otras personas adineradas, hasta que en una ocasión tuvo la suerte y la desventura de ganar una partida que dejaba en la pobreza a sus adversarios, los cuales ante tal afrenta decidieron matarlo, no sin antes sujetarlo a una maléfica tortura, procediendo de inmediato a sepultarlo en el patio de la misteriosa casona y al dirigirse a robar su fortuna jamás la encontraron.
Es así que desde entonces se cuenta, y lo manifiestan los actuales moradores, de que son constantes los lamentos que se escuchan, el rechinido de cadenas y metales, la frecuente apertura de puertas y ventanas, así como una un diversa serie de acontecimientos por medio de los cuales se manifiesta el ánima del minero que hasta el momento se encuentra buscando el descanso eterno.
Este fascinante encuentro con lo sobrenatural es posible vivirlo en muchas de estas fincas que guardan un pasado fantástico y de enorme misterio.
Nuestros Templos.
La iglesia más antigua del municipio es la iglesia de San Francisco Javier edificada por los franciscanos entre los años de 1650 y 1700, siendo ella toda de adobe excepto los remates de las esquinas y las bases que son de cantera, el frente es de laja enchapada.
Este edificio actualmente se conoce como La Capilla de Guadalupe, desconociéndose en realidad quien le puso ese nombre ni porqué. La iglesia dependía del Convento Franciscano cuyo edificio se ubicaba en lo que actualmente son las calles Hidalgo y Heraclio Bernal. El Convento a mediados del siglo XIX fue abandonado por la orden franciscana retirándose tierras al sur, ubicación de sus principales conventos, posiblemente esto se debió a la aplicación de las Leyes de Reforma de 1857 donde surge entre otras la Ley de Desamortización que permitía que los edificios del clero fueran vendidos a particulares.
La iglesia contaba con cuatro campanas muy finas por su aleación de metales preciosos, tres de ellas actualmente se encuentran desaparecidas sin conocerse su destino, quedando solamente una de ellas teniéndose como año de su fundición el de 1821. El techo de este templo se vino abajo hasta en tres ocasiones entre los años 1650 y 1900, habiendo sido reconstruido en el año de 1950.
En la etapa revolucionaria la iglesia se convirtió en cuartel de revolucionarios de las diferentes corrientes como lo fueron villistas y carrancistas.
En 1961 vino de Guadalajara el arzobispo Francisco Javier Nuño quien nuevamente la consagró al culto reiniciándose el oficio de mismas y demás actos religiosos tras su reconstrucción interior y exterior ocurrida el año de 1972.
A esta iglesia la une un túnel que va de su escalera al Convento Franciscano, y que representa un atractivo más para el lugar.
La segunda iglesia edificada en Cosalá fue la Parroquia de Santa Ursula, la cual se edificó alrededor del año de 1730 por la compañía de Jesús cuyo convento estuvo ubicado frente a la Plazuela del lugar, en lo que actualmente es la calle Gabriel Leyva Solano.
En su esquina nororiente, sobre la sacristía, fue colocado en el siglo XVIII un reloj de sol que se conserva hasta nuestros días y que representa una vista obligada para todos los visitantes.
En esta iglesia se llevó a cabo la boda de la hija de Don Francisco Iriarte Conde en el año de 1827, relatándose que fue colocado un camino de barras de plata desde la casa del padre de la novia hasta la puerta del la iglesia, habiendo sido un acontecimiento muy relevante que pasó a ser un hecho que confunde la realidad con la leyenda.
Dos órdenes religiosas se habían establecido construyendo sus conventos, los Franciscanos en Hidalgo y Heraclio Bernal y los Jesuitas frente a la Plazuela en la calle Leyva Solano esquina con Cerrada de la Fuente. Estas dos construcciones están de pie y habitadas. El Convento Jesuita en su entrada principal tiene esculpido en cantera rosa el escudo de la laboriosa orden de los Jesuitas. Esta orden fue expulsada de Cosalá, el 24 de junio de 1767, por el Rey Carlos III de España, que obligó a abandonar los conventos a todo jesuita que habitara cualquier parte del territorio español desde la alta California hasta la selva del Paraguay. Los Franciscanos por su parte dejaron su convento aproximadamente en 1860 tras de promulgarse las Leyes de Reforma.
Sindicaturas de cósala.
Vado Hondo.
A solamente 12 Kilómetros de la cabecera municipal, 9 de ellos pavimentados y 3 de terracería en buen estado, el cual se encuentra en condiciones de acceso para todo tipo de vehículos, es posible llegar a las “Cascadas Vado Hondo”, sitio de singular belleza rodeado de una exuberante vegetación en el que se encuentran una serie de cascadas y pozas naturales que resultan ideales para practicar la natación, el senderismo, la observación de la flora y la fauna, la toma de fotografía así como la realización de cabalgatas, contándose con condiciones ideales para acampamiento y la observación sideral.
Con la reciente construcción de una represa en el curso del arroyo del “Balneario Vado Hondo”, mejoran sustancialmente las expectativas de este bello lugar, al poderse realizar la regulación de sus aguas y eliminar los tiempos de su sequía.
Con esa misma intención de ofrecer cada día más a nuestros visitantes, recientemente se construyó la primera tirolesaexistente en el noroeste de la república, al ser posible recorrer la zona de cascadas a una altitud superior a los 40 metros, sostenidos exclusivamente por un arnés de seguridad, la cual atraerá la llegada de miles de personas que disfrutan de este tipo de aventuras y, por supuesto, será un gran punto de encuentro para todos los cosaltecos. Esta nueva opción de infraestructura, representa la oportunidad de participar en una gran aventura y gozar de un espectáculo sin igual.
San José de las Bocas.
Pueblo minero y aguas termales. La distancia para llegar a este sitio es de 27 kilómetros, divididos de la siguiente manera: Los primeros 8 pavimentados tomando la carretera Cosalá-La Ilama (Presa José López Portillo), llegando así al crucero de acceso al pueblo de San José de las Bocas, en el que se inicia un recorrido de 14 kilómetros hasta llegar al centro del poblado y seguidamente una brecha de 5 kilómetros transitable para vehículos tipo pick up, de doble tracción o doble rodado, llegamos al lugar donde brotan las aguas termales, consideradas sagradas por sus efectos místicos, mágicos y curativos. Este es un lugar en donde se conjugan diferentes elementos que lo dimensionan como un sitio único por la gran variedad opciones que se encuentran ahí reunidas para darle un atractivo singular. Es posible practicar la observación de flora y fauna, la fotografía, el senderismo, el nado en pozas naturales, la cabalgata, pero principalmente el entrar en contacto con el microambiente que permite encontrar una opción curativa para muchos padecimientos que pueden ser resueltos gracias a los efectos de los vapores y el contacto directo con las aguas térmicas de abundante contenido mineral.
Presa José López Portillo.
Se llega al lugar recorriendo un trayecto de 33 kilómetros partiendo de la Cabecera Municipal 8 de ellos se encuentran pavimentados y los 23 restantes se conforman de una carretera de terracería en buen estado. En este sitio se ofrecen los servicios de hospedaje, alimentación y pesca deportiva por medio de una empresa prestadora de servicios. Resulta igualmente un sitio idóneo para degustar alguna de las especies de peces que se reproducen en el embalse y que son exquisitamente preparados por los propios lugareños, como la tilapia y la lobina.
Guadalupe de los Reyes.
Esplendor de la Minería. Utilizando preferentemente vehículos tipo pick up o doble rodado, deben recorrerse 35 kilómetros de carretera recubierta por terracería para llegar a este sitio, el cual es junto con el Centro Histórico, el que muestra con más certeza el esplendor del Cosalá de los siglos XVIII y XIX, pudiéndose apreciar su arquitectura colonial que aunque ha sufrido el paso de los años, aún es capaz de mostrar el rostro de la época. El esplendor y los años de bonanza de la minería, fueron fruto de esa tierra generosa que con su abundante contenido mineral hizo posible que se convirtiera en uno de los lugares más generadores de riqueza del noroeste del México. Así es posible realizar un recorrido guiado por su centenaria iglesia, el kiosco, las calles y callejones serpenteadas y angostos, el puente del río y la celda en donde narra la historia que estuvo encerrado Heraclio Bernal, quien realizó muchas de sus conocidas acciones en este lugar, todo esto en el corazón de un entorno de increíbles paisajes naturales en los que se puede gozar del encuentro con la exuberante y abundante flora y fauna de la región.
Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora.
Decretada como reserva el 27 de marzo de 2002, se encuentra a tan solo 8 Kilómetros de la Cabecera Municipal, teniéndose acceso por medio de una carretera de terracería que se encuentra en muy buenas condiciones por la que pueden transitar todo tipo de vehículos. En este sitio es posible conocer a detalle los trabajos de exploración y explotación minera. Las condiciones naturales del lugar lo convierten en su sitio excepcional para realizar recorridos por senderos a través de los cuales se puede apreciar la flora y la fauna, llegar a la zona de petroglifos existente y visitar el aviario de la guacamaya verde, segundo más grande del país en su genero.
Grutas México.
Maravilla geológica. Para llegar a estas cavernas se recorren 17 kilómetros, 7 de ellos por la carretera pavimentada Cosalá-La Ilama, hasta las inmediaciones de la comunidad de Los Molinos y después otros 10 de terracería en buen estado con dirección norte hasta el cerro conocido como “La Gruta”.
En este extraordinario lugar se pueden admirar una fascinante diversidad de figuras formadas por la mano de la naturaleza y el paso del tiempo, en rincones inexplorados por el hombre.
Higueras de Padilla.
Moliendas tradicionales de caña de azúcar. En las inmediaciones de la ciudad, a una distancia de 2.5 Kilómetros transitables por una carretera de terracería en excelentes condiciones se accesa a la población de Higueras de Padilla, la cual conserva una de las atracciones de origen más antiguo como lo es la molienda de caña de azúcar. En este lugar encontramos instalaciones y utensilios de trabajo que conservan la forma y el estilo original, por lo que resulta de gran interés para el que lo visita. Como resultante del proceso de la molienda de la caña, es posible apreciar la elaboración de miel, piloncillo y alfeñiques.
El Rodeo.
Pueblo artesano. A tan solo 5 Kilómetros de la Cabecera Municipal, por una carretera de terracería en buenas condiciones y transitable por todo tipo de vehículos, se llega a la comunidad de El Rodeo, lugar de gran tradición en la artesanía y la gastronomía donde sus habitantes se dedican a la elaboración de conservas (papaya, camote y limón), así como a la fabricación de cintos, huaraches, hamacas, morrales, sillas de montar, hamacas, cestos, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario